Cómo probamos los pozos de fuego
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Una fogata, el último accesorio de jardín, es un cruce entre una barbacoa y un calefactor exterior acogedor. Así es como los probamos.
Los pozos de fuego se están convirtiendo en uno de los accesorios de jardín más buscados, por lo que el equipo de GHI los probó para ver cuáles valían la pena la inversión y cuáles son los damb squibs.
Para encontrar las mejores fogatas, nuestros probadores expertos pasaron horas en el jardín con troncos, hamburguesas y salchichas.
Para empezar, evaluamos lo fácil que era armar cada pozo de fuego y lo completas que eran las instrucciones: ¡nadie quiere pasar horas jugando con destornilladores y un manual complicado! También analizamos cada modelo para juzgar su calidad y solidez.
A continuación, analizamos el tamaño y la conveniencia del pozo de fuego, qué tan transportable era cada uno y sus características especiales.
Una vez que las fogatas estuvieron montadas, las encendimos y nos pusimos nuestros delantales para empezar a cocinar. Si bien no se pueden cocinar en todas las fogatas, las que probamos eran todas de usos múltiples. Mientras cocinábamos hamburguesas y salchichas, tomamos nota de lo bien que funcionaba cada modelo como barbacoa, cuánto duraba el fuego y cuánto calor arrojaba.
La prueba final es lo fácil que es limpiar y almacenar el pozo de fuego.
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